Rodrigo Montenegro
Acerca Rodrigo Montenegro
Rodri dirige 50/50, donde activa para promover la participación juvenil en espacios extracurriculares en su provincia.
¿Qué problemática lo moviliza? A partir de participar de modelos de ONU y Olimpíadas de Química, notó que había mucha diferencia en la experiencia y nivel que traían jóvenes de otras provincias en comparación con los jóvenes de Santiago, impulsando así sus ganas de cambiar la realidad de la educación santiagueña. ¿Cómo la está abordando? A los 15 años, con el acompañamiento de su profesor, llamó a un refugio de animales para que pudieran diera dar una charla para todos los alumnos de su colegio. A partir de eso, logró hacer una colecta de dinero para recaudar plata para colaborar con el trabajo que hacen en el refugio. Identifica esa acción como la primera en la que se reconoció como agente de cambio. Ha pasado por diversas organizaciones de la sociedad civil pero su principal voluntariado fue en el espacio para Alumni de programas de la Embajada de Estados Unidos de Santiago del Estero. Allí el es el director de un proyecto llamado 50/50 que busca ayudar a jóvenes de su provincia a para que descubran su potencial, dan charlas para involucrarlos en actividades extracurriculares y habilidades emocionales. En su escuela, es un gran impulsor de muchos proyectos educativos y actualmente está liderando el proceso de creación de un centro de estudiantes. Fue seleccionado para participar del programa de Jóvenes Embajadores; del programa Somos de la Fundación Líderes de Ansenuza para potenciar su liderazgo y sus conocimientos en temas de diversidad; y recibió diversas menciones participando de modelos de ONU. ¿Cómo impactó Ashoka en tu camino como agente de cambio? “De tantos programas en los que participé, califico a Tribu como el mejor de todos por la conexión creada entre los participantes y el staff, sumado a cómo hará crecer mi proyecto.” |